Victoriano Zuniga

Victoriano Zuniga, a beloved figure in his family, passed away peacefully at home on January 18, 2025, at the age of 85. Born in Mexico on October 20, 1939, Victoriano lived a full and rich life, marked by love, generosity, and a passion for the simple joys.

As a devoted husband, he shared a loving partnership with his wife, Marcelina Zuniga (nee Carrillo), for an enduring 65 years. Their bond was a foundation for their family, bringing together their children, Ruben (“Rosa” Rosaura Zuniga Avila) Zuniga, Rosa Zuniga, Irma (Manuel) Chavez, Marisa (Roger) Gonzalez and Victor Manuel Zuniga, who cherished his guidance and warmth. His legacy continued through his grandchildren Ruben Zuniga Jr., Jesus Zuniga, Ramon Zuniga, Diane Zuniga, Jose Zuniga Jr., Fabiola Camarena, Angelica Gonzalez, Victor Gonzalez, Amanda Gonzalez, Yesenia Chavez, Manuel Chavez Jr., Graciela Chavez, Jose Luis Gonzalez, Rogelio Gonzalez, Adrian Gonzalez and Jacqueline Gonzalez and six great-grandchildren, all of whom felt the impact of his love and teachings. Victoriano is also survived by his loving his sisters, Maria Zuniga and Erminia Zuniga; and many nieces and nephews who will fondly remember his kind spirit and generosity. He was predeceased by his parents: Pascual and Porfiria Zuniga; son, Jose R. Zuniga and brothers Ismael Zuniga and Jesus Zuniga who welcomed him into eternal rest.

Victoriano found joy in many aspects of life. He had a longstanding commitment to generosity, particularly through his donations to St. Jude, which he proudly supported for over 20 years. His love for fishing brought him solace and happiness as he spent countless hours by the water. A true aficionado of culinary delights, he had a particular appreciation for food, sharing meals and laughter with family and friends.

Victoriano Zuniga will be remembered not only for the life he lived but also for the love he freely gave and the memories he created with those fortunate enough to know him. His spirit will continue to shine in the hearts of his family and friends, serving as a reminder of the joy found in everyday moments.

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Victoriano Zuniga, una figuro muy querido en su familia, falleció pacíficamente en su hogar el 18 de Enero de 2025, a la edad de 85 años. Nacido en México el 20 de Octubre de1939, Victoriano vivió una vida llena y rica, marcada por el amor, la generosidad y la pasión por las alegrías sencillas. 

Como esposo devoto, compartió una relación amorosa con su esposa, Marcelina Zuniga (nee Carrillo), durante 65 años. Su vínculo fue la base de su familia, uniendo a sus hijos, Ruben (“Rosa” Rosaura Zuniga Avila) Zuniga, Rosa Zuniga, Irma (Manuel) Chavez, Marisa (Roger) González y Víctor Manuel Zuniga, quienes apreciaron su guía y calidez. Su legado continuó a través de sus nietos Rubén Zuniga Jr., Jesus Zuniga, Ramon Zuniga, Diane Zuniga, Jose Zuniga Jr., Fabiola Camarena, Angelica Gonzalez, Victor Gonzalez, Amanda Gonzalez, Yesenia Chavez, Manuel Chavez Jr., Graciela Chavez, Jose Luis Gonzalez, Rogelio Gonzalez, Adrian Gonzalez y Jacqueline Gonzalez y seis bisnietos, todos los cuales sintieron el impacto de su amor y enseñanzas. A Victoriano también le sobreviven sus queridas hermanas, Maria Zuniga y Erminia Zuniga; y muchos sobrinos y sobrinas que recordarán con cariño su espíritu amable y generosidad. Fue precedido en la muerte por sus padres: Pascual y Porfiria Zuniga; su hijo, Jose R. Zuniga y sus hermanos Ismael Zuniga y Jesus Zuniga, quienes lo recibieron en el descanso eterno.

 Victoriano encontró alegría en muchos aspectos de la vida. Tenía un compromiso de larga data con la generosidad, en particular a través de sus donaciones a San Judas, a la que apoyó con orgullo durante más de 20 años. Su amor por la pesca le brindaba consuelo y felicidad mientras pasaba incontables horas junto al agua. Un verdadero aficionado a las delicias culinarias, tenía un aprecio particular por la comida, compartiendo comidas y risas con familiares y amigos.

 Victoriano Zuniga será recordado no solo por la vida que vivió, sino también por el amor que dio libremente y los recuerdos que creó con aquellos que tuvieron la suerte de conocerlo. Su espíritu seguirá brillando en los corazones de su familia y amigos, sirviendo como un recordatorio de la alegría que se encuentra en los momentos cotidianos.